6 ago 2010

Tarta de queso


Mi tarta de queso es sumamente fácil de hacer. Podéis encontrar decenas de variaciones de la misma receta en otros sitios; por algo será. Lo único que yo he hecho es ir variando las proporciones hasta dar con la receta que a mí me gusta más, y añadir un toque local (soy de Cantabria y en algo se tiene que ver). Creo que los que la han probado han quedado más que satisfechos.

Tiempo de preparación: 2 h y 30 min, aproximadamente; la mitad del tiempo es dejar enfriar fuera del horno y en la nevera para que termine de hacerse.

Dificultad: Está tirado; hasta un alpha primitivo podría hacerlo.

Ingredientes:

Queso fresco para untar: 1/3 kg

Quesuco de Guriezo: 100 g


Huevos medianos: 4

Azúcar: 150 g

Nata líquida para cocina, espesa: 3/4 l

Ron moreno: 100 cl

Galletas digestivas: Un paquete y medio

Mantequilla (dulce): 100 g

Mermelada de grosellas: 100 g

La mantequilla debe estar blandita, así que recomiendo sacarla de la nevera con bastante antelación. Hace poco hice esta tarta en casa de mi amigo Nacho y utilicé una mantequilla especial que enseguida se pone blanda para poder untarla con facilidad; fue una buena idea.

Instrumental:

Hay que triturar las galletas y mezclar líquidos. Si tenéis una Thermomix, sería lo ideal. Si no, cualquier robot de cocina similar, capaz de moler y batir. Y si no, una batidora y un mortero. O un tenedor, aunque así puedes acabar con una tendinitis. Una piedra, una prensa hidráulica o una apisonadora son opciones que yo, en principio, descartaría.

Además, necesitaréis un bol grande (si no tenéis Thermomix o similar; cualquier recipiente donde podáis meter la batidora servirá), un batidor de varillas, un horno, una fuente para horno (de tamaño y profundidad adecuados, vamos a verter un litro de mezcla en ella) y papel antiadherente.

En lugar de la fuente y el papel podéis usar un molde o recipiente antiadherente para horno; el papel tiene la ventaja de que la fuente apenas se mancha y resulta facilísimo extraer y manipular la tarta después del horneado.

Procedimiento:
  1. Poned el horno a precalentar a 180º C.

  2. Triturad las galletas; cuanto más, mejor. Lo ideal sería obtener un polvo pero, si esto no es posible, bastará con una gravilla fina.

  3. Mezclad la galleta molida con la mantequilla hasta formar una masa blanda pero manejable (que no se escurra entre los dedos, vaya). Es aconsejable tener más galleta y mantequilla a mano, pues hay que cubrir el fondo de la fuente con un espesor de 3 o 4 mm y, dependiendo del tamaño de la fuente, podríamos quedarnos cortos.

  4. En mi caso, uso una fuente rectangular de acero inoxidable y papel antiadherente; corto el papel a medida para que, al cubrir con ello el fondo de la fuente, sobresalga de sus paredes lo suficiente para poder sujetar los bordes del papel a la hora de extraer la tarta ya horneada. Desde que descubrí el papel antiadherente ya paso de untar ningún molde con mantequilla. Luego comienzo a extender la masa de galleta y mantequilla por todo el fondo. Esto ayuda a colocar el papel en su sitio. Si buscáis la perfección podéis plegarlo antes en los rincones de modo que el papel sobrante quede «por fuera», pero no es realmente necesario. En realidad, es una frikada.


    Por supuesto, siempre que tengo tiempo me paso un rato haciendo origami culinario y tengo una plantilla-guía para tal fin. Sí, estoy enfermo.

  5. Hornear la base a 180º C durante 10 min.

  6. Mientras transcurren esos 10 minutos, nos dará tiempo a hacer la mezcla. El orden de adición de los ingredientes al bol es importante, por razones de bioquímica que a) no tengo ganas de explicar o b) ignoro completamente: Primero, los huevos (sin cáscara, por favor). Batidlos unos segundos con las varillas y añadid el azúcar. Mezclad con las varillas y añadid el ron. Mezclad con las varillas y añadid el queso para untar y el quesuco de Guriezo cortado en trozos pequeños.

  7. Batir hasta que no quede el mínimo grumo.

  8. Añadir la nata líquida.

  9. Batir.

  10. Sacar la base del horno y subir la temperatura a 200º C.

  11. Verter con cuidado la mezcla en la fuente, sobre la base ya horneada.

  12. Hornear a 200º C durante una hora y cuarto, vigilando durante los últimos minutos para que la superficie se tueste pero no se ennegrezca en ningún sitio.

  13. Una vez horneada la tarta, hay que dejarla fuera del horno, enfriándose hasta alcanzar la temperatura ambiente. Veréis que el contenido está temblón; es normal a esa temperatura. Irá quedando más sólida a medida que se enfríe.

  14. Una vez que esté a temperatura ambiente, la introduciréis en la nevera para que termine de cuajar.

  15. Una vez fría y cuajadita, podéis sacarla fácilmente de la fuente a una tabla o bandeja de servir, recortar el papel sobrante, cubrir con la mermelada (en casa siempre tenemos varias clases de mermelada casera, gracias a Mamá Mallart) y cortar en porciones para servir.

¡A disfrutar del postre!



Fotos: Fran J. Cousillas (detalles)


Foto: JM MAC/VANJAV (detalle)


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